Quizá esto tenía que pasar tarde
o temprano. Quizá la vida fue más caprichosa de lo que esperamos y no lo
pudimos remediar. Quizá, y tan solo quizá, todo lo que una vez planeamos por
fin se convirtió en realidad. No te esperaba, pero la verdad es que estaba
deseando encontrarme contigo.
No me preguntes por qué, pero sabía
que era inevitable y que terminaría ocurriendo. Tal vez por aquello de que las
primeras impresiones son las que cuentan, aunque esto no se trata de quedar
bien. O tal vez por tu risa y tu forma de mirar, quién sabe.
Quizá por primera vez no elegimos
y la elección estaba hecha de antemano. Quizá llegó el momento, el momento de
no dejarte escapar, el momento de no dejarnos escapar. Sorprendernos y rompernos
los esquemas día y noche, sin ningún motivo aparente pero con el mayor de
ellos.
Dicen que el destino no es lo que
te va a pasar, si no lo que tú quieres que te suceda. Quería, queríamos; y se
consiguió. No se cómo lo haces pero incluso la monotonía se vuelve diferente.
Porque contigo no importa lo que vendrá; mientras una palabra de aliento diga
que todo va a salir bien, saldrá bien.
Quizá es por lo inesperado, o por
lo que unas simples líneas son capaces de transmitir; o puede que sea por el
hecho de sentirnos seguros por un instante…eso es lo de menos.
Llámalo destino, llámalo
simplemente cosas que tienen que pasar. Teníamos que encontrarnos.
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